¿Comunicólogos o ingenieros sociales?

Por Miriam Osorio

La labor del profesional de la comunicación se ha diversificado como consecuencia del desarrollo tecnológico, económico y social. Las tareas que desempeña van ligadas a los medios, educación, investigación, marketing, relaciones públicas, etc., etc. Pero ¿Qué hay del comunicólogo como ingeniero social? ¿Cómo se participa desde el ámbito en que nos desenvolvemos para lograr un beneficio común?

La ingeniería social de la que hablo, no tiene que ver con los  hackers; no es la que se ha definido desde la informática como el uso de técnicas de manipulación y engaño para que las personas ofrezcan información que normalmente no brindarían o actúen de determinada forma para beneficio del que miente.  Tampoco hago alusión  a la que conceptualiza la ciencia política, descripción que también tiene connotaciones negativas al trasladar la manipulación a su campo.

El papel del comunicólogo como ingeniero social, es esbozado por el Dr. Jesús Galindo Cáceres en sus Apuntes para una Ingeniería Social, donde presenta a la misma como la “Aplicación de principios científicos al diseño y construcción de formas de asociación y comunidad en grupos organizados. Lo cual implica la creación de formas de asociación, de seguimiento, de contacto, interacción, vínculo, conexión y comunicación”, lo que a su vez lleva intrínseco el reto de crear redes.

¿Qué está haciendo el comunicólogo para lograr la asociación y  trasformación en un entorno social?

Antes de responder lo anterior, habría que preguntarse ¿Tiene  el comunicólogo actualmente la intención de ser un ingeniero social? ¿Cuáles son sus prioridades? ¿Estamos preparados para hacer ingeniería social? ¿Cómo aprendemos a hacerla? ¿En dónde?

El comunicólogo que opte por ser un ingeniero social, deberá ser capaz de intervenir a nivel estratégico, utilizando el soporte comunicacional existente, analizándolo y utilizándolo para mejorar su funcionamiento, sin otro fin, más que el eficientar el sistema, estará transformando la realidad sin intenciones de manipulación para obtener beneficios propios,  a su vez estará reuniendo personas, objetivos y voluntades  con una mirada prospectiva. 

Si decidimos asumir el reto, podemos preguntarnos lo mismo que plantea Galindo en sus apuntes ¿Cómo juntar a la gente?

En nuestros días el soporte comunicacional ofrece varias posibilidades para lograr reunir a las personas, las TIC’s se vuelven herramientas facilitadoras de la colaboración, interacción y solidaridad entre los individuos.

Es posible visualizar la aplicación de este tipo de ingeniería en la formación de redes, con la ayuda del llamado software social, más allá de las debilidades que algunos encuentran en su uso, por aquello de la vulnerabilidad de los individuos; la Web 2.0 ofrece la posibilidad de fomentar el conocimiento colectivo, la creatividad y el fortalecimiento de comunidad.

Por otra parte, es conveniente cuestionar  cómo queremos actuar: como sujetos externos o sujetos que interactúan. Si hacemos lo primero, seguramente estaremos manipulando y sirviendo a intereses ajenos ¿Estamos dispuestos a involucrarnos?

Finalmente quiero apuntar que aún cuando no se cuente con un soporte tecnológico apropiado, se puede hacer ingeniería social, ya que el capital creativo para lograr la organización,  sobra entre quienes tienen voluntad de asociarse y conseguir  una o varias metas comunes.